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Las pruebas de inyección de corriente primaria se utilizan en entornos de alta corriente/alta tensión de grandes instalaciones eléctricas, como subestaciones. Una corriente grande (de entre 100 y 20 000 A, dependiendo de las especificaciones del sistema y de los requisitos de prueba) se inyecta directamente en el lado primario del sistema eléctrico, como un interruptor. El objetivo de la prueba es identificar cómo opera el sistema bajo diferentes niveles de carga de corriente.
La prueba de inyección primaria es apta para probar relés de disparo por sobrecorriente conectados a un interruptor. Mediante la inyección de corriente en el sistema, podemos medir si el interruptor se acciona o falla, y cuánto tiempo pasa la corriente antes de que se corte el circuito.
Los interruptores pueden pasar largos períodos de tiempo sin activarse, y un fallo en su funcionamiento puede causar daños catastróficos al sistema eléctrico. La prueba de inyección de corriente primaria en un interruptor que no se ha activado durante algún tiempo es la mejor forma de recrear las condiciones reales de funcionamiento en caso de un pico de corriente.